¿Tienes un conejito como mascota? Entonces es fundamental que conozcas una afección común: la pododermatitis, popularmente conocida como «mal de patas» o «patas doloridas». Esta condición es una razón frecuente de consulta en la clínica de conejos y requiere de nuestra atención como tutores responsables para garantizar su bienestar.
¿Qué es la pododermatitis en conejos?
La pododermatitis en conejos es, en esencia, una inflamación dolorosa y una ulceración que afecta la planta de las patas, especialmente las traseras. La particularidad que hace a los conejos tan propensos a esta condición radica en su anatomía: a diferencia de perros o gatos, los conejos no tienen almohadillas plantares. Su única protección es una capa de pelo grueso.
Cuando esta capa protectora se desgasta o daña, la piel delicada queda expuesta a la presión, la fricción y la humedad, iniciando el proceso inflamatorio. Si no se trata, esta afección puede progresar rápidamente desde una simple pérdida de pelo hasta la formación de úlceras profundas e infecciones graves que incluso pueden llegar a afectar el hueso (osteomielitis), comprometiendo seriamente la movilidad y calidad de vida de tu conejo.
Causas principales de la pododermatitis o «mal de patas»
Para asegurar una óptima salud podal del conejo, debemos entender qué factores contribuyen al desarrollo del mal de patas. Estos se dividen principalmente en factores ambientales y del propio animal.
Factores ambientales:
- Suelos inadecuados: Las superficies ásperas, duras o abrasivas (como alambres, alfombras de pelo muy corto o ciertos plásticos) desgastan la capa de pelo.
- Mala higiene y humedad: El contacto constante con orina y heces húmedas ablanda la piel y el pelo, haciéndolos más vulnerables a las bacterias y la fricción.
Factores propios del conejo:
- Obesidad: Un peso excesivo aumenta la presión sobre las patas, sobrecargando los talones.
- Inactividad o enjaulamiento prolongado: La falta de movimiento hace que el peso se mantenga en los mismos puntos de apoyo por demasiado tiempo.
- Poco pelo en las patas: Algunos conejos (como los Rex) tienen un pelaje naturalmente menos denso, lo que reduce su amortiguación natural.
- Uñas largas: Las uñas sin cortar cambian el ángulo de apoyo del conejo, haciendo que el peso recaiga de forma anormal en la parte posterior del talón.
Síntomas para detectar la pododermatitis o «patas doloridas» a tiempo
La detección temprana es crucial. Como tutor, debes revisar las patas de tu conejo regularmente y estar atento a los siguientes signos:
- Enrojecimiento e inflamación en la planta o el talón.
- Pérdida de pelo en la zona de apoyo.
- Costras o piel endurecida.
- Úlceras abiertas o sangrantes (signo de un caso avanzado).
- Dificultad para caminar, cojera o renuencia a moverse.
- Inactividad o pasar más tiempo de lo normal en posición de «pan» (con las patas traseras estiradas para evitar apoyarlas).
La prevención es la clave para la salud podal de tu conejo
La prevención de la pododermatitis es, con diferencia, la mejor estrategia. Implementar estos cuidados de conejo es fundamental:
- Sustrato adecuado: Proporciona áreas de descanso suaves y secas. Utiliza heno abundante o mantas lavables que no acumulen humedad. Evita las jaulas con rejilla en el suelo.
- Higiene rigurosa: Limpia el hábitat o el área de vivienda a diario para evitar el contacto prolongado con la orina y las heces.
- Control de peso: Asegura una dieta balanceada (basada principalmente en heno de buena calidad), evita los alimentos peligrosos para tu conejo y supervisa el peso de tu mascota para evitar la obesidad.
- Ejercicio diario: Fomenta el ejercicio en un espacio seguro para fortalecer sus patas y distribuir la presión.
- Corte de uñas regular: Mantén las uñas cortas para que la pisada del conejo sea plana y natural. Si no sabes cómo hacerlo, podemos ayudarte.
Puedes leer más sobre cuidados básicos del conejo en nuestro articulo “Cómo cuidar a los conejos mascotas”
Tratamiento de la pododermatitis: ¿Qué hacer?
Si sospechas que tu conejo tiene el «mal de patas», el primer paso y el más importante es la visita inmediata a un veterinario de NAC (Nuevos Animales de Compañía). El tratamiento de la pododermatitis en conejos requiere un enfoque integral y profesional:
- Diagnóstico y evaluación: El veterinario determinará la gravedad de la lesión y si hay una infección bacteriana o afectación ósea.
- Curas y vendajes: Se limpiarán las úlceras y se aplicarán vendajes protectores para aliviar la presión y facilitar la cicatrización. Estos deben ser cambiados por un profesional según la indicación.
- Medicación: Se pueden requerir antibióticos (por vía oral o tópica) para combatir la infección, y analgésicos para manejar el dolor, que suele ser intenso.
- Corrección ambiental: Es crucial que, a la par del tratamiento médico, corrijas los factores ambientales (sustrato, higiene) que causaron el problema para evitar la reaparición.
Si tienes dudas o preguntas sobre la salud de tu conejo, consúltanos. En nuestro hospital veterinario estamos preparados para diagnosticar y tratar a los conejos ya que contamos con Veterinarios Especialistas en NAC (Nuevos Animales de Compañía) que tienen los conocimientos y experiencia necesarias para atender sus necesidades, así como de otras mascotas no convencionales.
Estamos en Escazú, dónde también atendemos emergencias 24 horas para perros y gatos. Para llamar, 2289-4101, para llegar clic acá.
Además, puedes visitarnos para consultas en Agromédica Veterinaria en San Rafael de Alajuela, para llamar 2101-9191, para llegar clic acá.